¡Y después, con la paz...!

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El papel de la mujer.

LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL DESDE EL PUNTO DE VISTA ECONÓMICO

Vicente Guerrero Flores


Las consecuencias de largo plazo

La paz posterior a la primera guerra mundial, oficializada en los Tratados de Versalles con Alemania junio de 1919 y de Saint Germain con Austria septiembre de 1919, se presenta en la reflexión actual, como una salida en falso a las problemáticas ocasionadas por la guerra mundial y la destrucción del orden preexistente. Se considera que estos tratados no solucionaron los verdaderos problemas económicos, políticos y sociales; que sólo sirvieron para que en la siguiente década se instalaran regímenes autoritarios en la mayor parte del continente y a la larga se desencadenara la Segunda Guerra Mundial.

Las reparaciones de guerra: el debate Keynes-Ohlin
Las reparaciones de guerra exigidas por los aliados a los perdedores, sumaron cifras gigantescas imposibles de pagar por los países perdedores; éstos estaban físicamente destruidos, económicamente agotados y endeudados, evidentemente no podían hacer frente a los compromisos pactados. El cumplir con estos compromisos implicaba, la consecución de dos objetivos macroeconómicos de gran dificultad:

  1. Un superávit de las finanzas públicas para ser transferido a los vencedores.
  2. Un superávit de la cuenta corriente de la Balanza de Pagos para convertir el superávit fiscal en divisas.

Bertil Ohlin (1899-1979), argumentó que el ajuste podría darse de forma automática por medio de las libres fuerzas del mercado. J. M. Keynes (1883-1946), consideró que tal ajuste era imposible debido a la incapacidad real de realizar los ajustes macro-económicos necesarios.

En los años de la década de 1920, Alemania tuvo que recurrir al doble proceso de devaluación-inflación, deteriorando las condiciones de vida del país, para tratar obtener ambos superávit. Sin embargo, se enfrentó a un incremento del proteccionismo de los propios países beneficiarios del pago de las reparaciones. En la década de 1980, el problema de la «Deuda Externa» de los países en desarrollo, condujo a una revisión del viejo debate.

Después de la Primera Guerra Mundial, J. M. Keynes denunció la destrucción legal, por el Tratado de Versalles, de la economía alemana y de Europa central, al través de varios mecanismos, entre los que destacan:

  1. La destrucción de la flota mercante alemana, usando sus barcos y activos para el pago de reparaciones de guerra.
  2. La destrucción del poderío industrial alemán privándolo de los yacimientos de carbón (Alsacia) y acero (el Sarre), bases de la industria del siglo XIX y principios del XX1.
  3. La destrucción de eslabonamientos industriales entre Alemania y sus vecinos europeos.

Las transformaciones productivas ocasionadas por la guerra

La Primera Guerra Mundial fue la primera guerra plenamente tecnológica; las guerras de Crimea, civil de los Estados Unidos (1861-1865) y franco-prusiana, sólo representaron ensayos parciales del mismo fenómeno, que enunciaban como la capacidad productiva y científico técnica de fines del siglo XIX y principios del XX, terminó destruyendo el viejo arte de la guerra occidental. Las estrategias, las tácticas y las operaciones militares concretas se vieron completamente condicionadas por la capacidad productiva/destructiva de la ciencia y la tecnología.

Las máquinas intervinieron de forma absoluta y definitiva en la guerra; las viejas formaciones napoleónicas y las cargas de caballería son impracticables dado el poder de fuego de la artillería y la fusilería. Ya no se ve al enemigo, la muerte se vuelve impersonal y tecnológica, especialmente con el uso de los gases2. Se abandona la vieja caballería y se le sustituye por maquinas impulsadas por motores de combustión interna; automóviles, tanques, submarinos y aviones. Las batallas navales dejan de depender por completo de la fuerza del viento, las flotas se alejan y el combate naval vive las últimas batallas del viejo estilo; con dos flotas enfrentadas en línea.

Surgieron dos frentes de batalla nuevos; la guerra submarina y la guerra aérea que evolucionan rápidamente desde sus orígenes modestos y primitivos. En la actualidad, ambas han modificado la táctica y la estrategia de la guerra, convirtiéndose en ramas militares definitorias de la guerra del siglo XXI.

Los avances científicos y tecnológicos provocados y alentados por la guerra, pronto fueron aplicados y generalizados en el campo productivo civil, conduciendo una gran transformación de las formas de producción. Nuevos productos y servicios disponibles aparecieron en las economías desarrolladas, se generalizaron de los nuevos medios de transporte, y especialmente se consolidó la irrupción del motor de combustión interna como «el motor» del producto rey del siglo XX: el automóvil. Todos y cada uno de estos acontecimientos que afectaron la vida cotidiana mundial durante el resto del siglo.

Conclusión: los cambios económico-sociales resultantes de la guerra

La desaparición de los viejos de los imperios europeos:

  1. Austria-Hungría
  2. Rusia
  3. Turquía
  4. Alemania dio lugar al surgimiento de la Europa de las nacionalidades y promovió el surgimiento de soluciones no democráticas tanto en las nuevas naciones como en los países remanentes de los viejos imperios. El pago de las reparaciones de guerra por Alemania deterioró condiciones de vida del pueblo alemán abonando el camino del nazismo y fomentando el revanchismo que conduciría a la Segunda Guerra Mundial.

En Italia el deterioro de las condiciones de vida y la «amenaza» socialista en la posguerra, condujeron al triunfo del Fascismo con el apoyo de la burguesía y la oligarquía terrateniente.

La revolución rusa permitió el surgimiento de la URSS que encarnó las esperanzas en la utopía socialista, desafortunadamente culminó con en la dictadura estalinista. La modernización de la economía rusa y su transformación en economía soviética se dio con grandes costos económicos, sociales y políticos. El cambio del orden económico y político internacional, se tradujo en el fin del siglo británico y la emergencia de Estados Unidos como la principal potencia, económica, política y militar del mundo.

El esfuerzo de guerra y las tensiones económicas, políticas y sociales que produjo llevo a una nueva redefinición del papel del Estado en la economía; abandonándose el Estado liberal por el pacto «keynesiano» durante la segunda posguerra.

La movilización de las mujeres europeas en la administración; la producción, los servicios públicos y sociales, ocasionalmente en el frente de guerra; condujeron al fin de la sociedad «victoriana» con sus valores económicos, sociales y políticos, impulsando el trabajo femenino fuera de la esfera doméstica, el sufragio universal femenino, y la revisión del universo femenino en todos los aspectos; desde la moral pública y privada hasta la moda y los patrones de consumo.

Vicente Guerrero Flores, «Algunas ideas sobre la importancia de la Primera Guerra Mundial desde el punto de vista económico», Economía Informa, núm. 392, Facultad de Economía UNAM, 2015, pp. 38-41.


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